Los síntomas más comunes tras una infección son:
- Hacen más lento el trabajo del ordenador.
- Aumentan el tamaño de los ficheros.
- La fecha o la hora del fichero es incorrecta.
- Reducen la memoria disponible.
- Hacen que algunos programas no puedan ejecutarse (navegador, lector de correo, etc,...).
- Aparecen nuevos ficheros con el mismo nombre.
- Reducen el espacio disponible en los discos.
- Los directorios de los discos pueden aparecer deteriorados.
- El sistema de arranque aparece cambiado.
- En algunos ficheros aparece información de otros.
- El ordenador se bloquea.
- El sistema no reconoce alguna unidad de discos.